España afronta unos años clave para enderezar su hoja de ruta en términos fiscales, con la vigilancia de la Comisión Europea sobrevolando de cerca. Con las reglas fiscales aun por afinar, lo que ya tiene en cuenta el Gobierno es que tiene que apretarse el cinturón tras unos ejercicios en los que Bruselas ha sido más permisiva en el control de la deuda y el déficit.
Los acuerdos del PSOE para investir de nuevo presidente a Pedro Sánchez, con Sumar como gran apoyo e incluyendo a los independentistas, abren la puerta a un atracón de gasto que supondría romper con la tendencia (y obligación) de ajuste de la deuda y el déficit, provocando un incremento cercano a dos puntos sobre el PIB en ambos indicadores, según Freemarket.
La consultora ha realizado su propio informe de impacto económico de las medidas económicas adoptadas en el acuerdo entre el PSOE y Sumar. “Los compromisos acordados ascienden a unos 100.000 millones de euros a lo largo de esta legislatura”, explican en un informe en el que advierten de la delicada posición fiscal de España.
El balance del paquete de 230 medidas de carácter económico que acordaron PSOE y Sumar, por tanto, implicaría el incumplimiento de los límites establecidos en el Pacto de Estabilidad y el nuevo Plan de Reequilibrio.
El déficit, la brecha entre el gasto y los ingresos públicos se ampliaría a unos 95.000 millones de euros y su peso sobre el PIB superaría el 6%, según estas previsiones. En el caso de la deuda pública, su peso sobre el PIB se encallaría en el orden del 110%, a lo que habría que sumar el coste por intereses.
“En conclusión, si el endeudamiento de las finanzas públicas españolas era insostenible antes de los pactos de investidura, los compromisos de gasto asumidos por el Gobierno para lograrla las colocan en una situación que sólo cabe calificar de explosiva. Esto no tienen parangón con lo ocurrido en ninguna economía de la OCDE en el último medio siglo”, afirma Freemarket en el informe, centrado en el tren de la prosperidad económica.
Así, España se encuentra ya entre los Estados de la Unión Europea (UE) y de la eurozona (países que comparten la moneda común) con las ratios de déficit público y deuda sobre PIB más altos. Siendo Italia el farolillo rojo a nivel comunitario, Francia, Bélgica, Portugal y Grecia tienen una salud fiscal parecida a la española, con niveles de deuda por encima del 100% del PIB y vencimientos de deuda a corto plazo ligeramente superiores a la media en Europa.
La firma considera que “la posición fiscal de España es ya muy delicada y vulnerable pero esa vulnerabilidad sería aún mayor si se produjesen nuevos shocks externos, extremo nada descartable en la escena geopolítica actual, y si los mercados no perciben la existencia de una planificación presupuestaria que garantice la sostenibilidad de la deuda”. Aun retirando las ayudas contra la crisis de precios, Freemarket afirma no cambiar su valoración.
“Con su frágil situación financiera, España tendría enormes dificultades para obtener los fondos necesarios en el mercado que le permitiesen introducir nuevas medidas de estímulo enrespuesta a un fuerte deterioro de la actividad económica, por ejemplo, o a un significativo incremento de los precios de la energía”, cierran.
Fuente: El Economista
